Bar cervecero


 Barba Roja

 

Local de San Telmo. Defensa 550. Teléfono: 4342-2980. Martes a sábados de 18 al cierre. Domingos de 13 a 20. 


Barba Roja

Por: Inés Molina

Una salida al paraíso de la cerveza. Embarcarse en estos sabores es navegar por el placer de las buenas bebidas.


Aire bucanero en la decoración: mástiles de madera, jarcias, cuerdas. Apenas entramos nos parece estar en la panza de algún barco pirata. Hay poca luz, música que le da al espacio una impronta de sábado por la noche, pero afuera es miércoles, con la semana corriendo a todo tren.

No importa: Barba Roja es un refugio anti estrés. Estamos de crucero aquí adentro. El local abrió sus puertas en 2014, respondiendo a la necesidad de ver congregados sus dieciséis sabores de rica cerveza en un solo sitio.

Comenzó siendo una pequeña fábrica artesanal en Escobar. Si bien tienen su propia línea de cervezas embotelladas, son lo opuesto a la cervecería serial de las cadenas comerciales.

Barba Roja es un paraíso: hay para todos los paladares. Recomendamos la Strong Red Ale, muy perfumada, aromática y sabrosa, con gran cuerpo. Es una cerveza premium, elegida dentro de las veinticinco mejores del mundo, delicada y sin embargo fuerte, con sabores intensos que se desgranan en la boca. Son embotelladas en barricas de madera, envasadas a mano, y reposan en bodega oscura y controlada hasta que llegan a la mesa. Su bouquet es impresionante.

No se priven de probar la cerveza que preparan con base de pale ale y pétalos de flores.  Tampoco dejen pasar la Diabla, roja y acaramelada. Hay una cerveza verde en honor a San Patricio, confeccionada con hierbas frescas. 

Las sirven en pintas y en medias pintas.

Vale acompañarlas con algo para picar. Las sencillas pero efectivas papas con queso cheddar derretido son muy gustosas. También hay ricas picadas,

 pizzas y papas fritas al plato.

Un consejo: si van los domingos, vayan tempranito, después de recorrer la Feria de San Telmo. Almuercen ahí y beban hasta la hora mágica, porque cierra cuando se pone el sol.

Y un plus para los conductores designados, los abstemios y la gente que no guste de las bebidas espirituosas: también hay malta sin alcohol, tan sabrosa, que dan ganas de tomarse varios porroncitos. Los mozos y las mozas son atentos, los precios están bien para lo bueno que se ofrece y se respira un lindo ambiente. ¡Salud!

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