Impuros

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Impactante y revelador, este film muestra una red de trata de mujeres que se estableció durante la inmigración iniciada en 1880.

La palabra rufián se usa hoy como sinónimo de poco honesto, de estafador. Pero a fines del Siglo XIX y hasta bien entrado el XX, servía para designar a los tratantes de personas que traficaban mujeres para prostituirlas.

Durante décadas, aquí en Argentina, hubo colonos judíos polacos que se encargaron de proveer los burdeles trayendo a jóvenes engañadas para esclavizarlas. Los rufianes instalaron en Buenos Aires una Asociación de Socorros Mutuos llamada Varsovia, que se mezclaba con el resto de la sociedad judía y auspiciaba obras de teatro y bienes para la comunidad mientras sojuzgaba y vejaba. Y lo más terrible era que lo hacían con anuencia del Estado Nacional.

Los impuros, este shockeante documental filmado en Israel y en Buenos Aires, se encarga de traer a nuestro presente las miles de voces silenciadas por este comercio infame.

La directora, Florencia Mujica, y el director, Daniel Najenson, se basaron en las cartas de auxilio que estas mujeres enviaron y que hoy están archivadas en Tel Aviv.  En la filmación también participa Sonia Sánchez, militante antitrata, coautora del libro Ninguna mujer nace para puta.

¿Dónde están esas mujeres? ¿Dónde quedaron sus restos y sus memorias? Este documental trata de iluminar esas oscuras regiones del olvido. Tiene pasajes conmovedores, como en donde los descendientes de Raquel Liberman, la única que se animó a desafiar a los rufianes y a su policía cómplice, brindan su testimonio.

Apoyándose en documentos, imágenes de archivo y entrevistas a investigadores, escritores, antropólogos y nietos de inmigrantes judíos, se logra contar una historia sólida y escalofriante porque es verdadera. Y porque sigue pasando.

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