RECOMENDADOR DE ARTES Y ESPECTÁCULOS

Restaurante porteño

Manolo

Por: Álvaro Suarez Onzué

Una recomendación interesante, para los amantes de la tradicional comida porteña, en un sitio clave del casco histórico de la ciudad.

La comida porteña está formada con rasgos de las culturas mediterráneas que nos dieron identidad, sumándole una buena cuota de carne a la parrilla. Este lugar es un templo de esas combinaciones, donde se incorporan aportes que tienen más que ver con lo sensorial que con su reconocida calidad gastronómica.

Manolo, el auténtico Manolo, fue un carismático hombre de trabajo que apostó a sus instintos y a su pasión por la cocina, fundando una estirpe de amantes de la gastronomía y el buen vivir que continúa en sus hijos Santiago y Gastón. Su pasión por el futbol y su condición de millonario le dieron al lugar una característica muy particular: allí hay camisetas y banderines de tanto club como pueda entrar. Entre sus trofeos se encuentran enmarcadas las firmas de Leonel y de Román sobre sus camisetas, pero obviamente se destacan los distintivos de River, el club de sus amores. Hay buena música, el clima es distendido y la atención que brindan en el salón, entre Ricardo, Ángel, Roberto, Hugo, Diego y Bonifacio, completa las condiciones para pasar un excelente momento desde la llegada.

Si hablamos de la carta, es de las antiguas y extensas que poseían los tradicionales restaurantes porteños. Al frente de la cocina está Arles Alfonso, su fama está respaldada en la calidad con la que sale cada plato y el conocimiento que poseen quienes lo acercan al comensal, esta condición hace que las recomendaciones de los mozos sean maravillosas, un lugar donde confiar.

La cava tiene etiquetas de todas las bodegas y se suman algunos vinos boutique que son de interés para quienes desean experimentar nuevos sabores.

La calidad de los productos sobresale de manera superlativa, desde el principio se puede ver en entradas como los boquerones, el aroma especial del jamón crudo, la textura del matambre arrollado, las rabas al ajillo o provenzal, la frescura de las gambas. Todo se configura como un bacanal pocas veces encontrado en la ciudad. Los platos principales se mantienen como sello, los sorrentinos de jamón y queso con salsa asturiana, los calamarettis en sus variantes, las papas americanas con cheddar, panceta y ciboulette. En lo que a carnes se refiere, mantiene las porciones típicas, el bife de chorizo tiene 500 gramos, las porciones de lomo a la Strogonoff son para compartir, puedo recomendar especialmente el ojo de bife al Malbec con milhojas de papas. Y si aún queda espacio, los postres, El sambayon a la Marsalla con nueces o las exquisitas natillas se llevan mis votos.

Un lugar con historia en la zona, ya que sus traslados fueron siempre en el barrio, desde Piedras y San Juan a Ituzaingó y Tacuarí, frente a Clarín. Luego a Brasil y Bolívar y por último en su actual dirección de Bolívar y Cochabamba, desde el 2007, seguramente ya ha disfrutado la magia de este tradicional y muy recomendable lugar. Es hora de volver o descubrirlo.

Manolo

Cochabamba y Bolívar. Reservas al 4307-8743.