El andador

Por: Oscar Damico

Una de las acertadas programaciones del teatro oficial en esta temporada, nos permite observar nuestro pasado reciente e indagar sobre los roles en la pareja de clase media en vías de equilibrio.

A mediados de la década del 60 Norberto Aroldi, uno de nuestros actores más destacados, además de un gran intelectual, prolífero dramaturgo y guionista, compuso esta pieza costumbrista, que pinta una pareja que se podría ubicar en los últimos años cincuenta.

La ilusión de la mujer en yuxtaposición con la de su compañero, se muestran como un desafio a la permanencia del vínculo. Allí se aprecian el sueño del bacán que añora vivir sin trabajar, el eterno adolescente que no asume responsabilidades, enfrentado con la mujer que desea ser madre, un hogar estable y una vida segura.

El objetivo de Norberto Aroldi fue darle al teatro su sentido más profundo. Por un lado mostrar una realidad humana para que el espectador pueda reflexionar sobre un conflicto que atenta contra los hogares y por otro lado, componer una pequeña y profunda pieza teatral, que rápidamente fue tomada por el segmento y llevada a escena por Tita Merello y Ernesto Bianco con dirección de este último. Dos años después, en 1967, mereció una versión fílmica.

Hoy, a medio siglo, se presenta en un lugar clave, con la revisión dramatúrgica de su hija, Florencia Aroldi, y la dirección de Andrés Bazzalo.

Uno de los aciertos más importantes de este trabajo, fue subir al escenario del emblemático teatro de La Boca a dos grandes profesionales de nuestra escena como son Muriel Santa Ana y Agustín Rittano. Ellos le dan vida a esta pareja y a una sociedad de época con una perfección que deja asombrado al masivo público que concurre en cada presentacion.

Un material transcendental, para agendar y no faltar a la cita.