Independencia

Por: Oscar Damico

Este material refleja la dura situación que viven quienes comparten un sistema familiar en el que sus integrantes no logran armonizar, dando por necesidad un obligado intento de destruir lo que no funciona en dicho sistema, logrando la ruptura del núcleo.

Cecilia Chiarandini, adapta un texto del americano Lee Blessing, situado en la ficticia ciudad de Independence en el condado de Iowa.

Hay una familia. Está formada por tres hermanas y su madre, interpretada por Cristina Dramisino en otro de sus grandes aciertos, quien conforma una especie de araña que intenta tejer una compacta trama para lograr retener a su cría a cualquier costo.

El rol de esa madre asfixiante requiere una marcada crueldad, que la actriz compone con mucho humor, logrando un facetado personaje, tan adorable como repulsivo. Cada muchacha a su modo, intenta despegar de este ser desquiciado, excepto quien es la abnegada y manipulada hija que cae en un amor que le es prohibido, interpretada por Anahí Gadda, el principal sentido de cambio en la dramaturgia. Lucía Di Carlo le pone el cuerpo a la incontrolable, a la rebelde sin cura, ambas conviven con su progenitora. Es Chiarandini quien intenta cambiar el staus quo y transformar lo intransformable hasta caer en la cuenta de que es imposible que el fruto caiga lejos del árbol.

Esta maravillosa sinfonía está dirigida por Jorge Azurmendi, que le da una impronta de extremo naturalismo, plagado de metáforas que hábilmente pone en relieve, logrando deleitarnos con su mirada acerca de esta temática tan bien abordada, desde la elección de un casting efectivo hasta la toma de decisiones que le aportan un oscuro humor, que le otorgan un interés reflexivo para quienes pueden ver reflejado un mundo en el cual el hombre se transforma en un ser despreciable. Gran calidad de trabajo actoral.