Iggy Pop

Por: Pedro Monti

Vuelve a este suelo la leyenda viviente del rock & roll. El fuego eterno y salvaje que habita sus venas, será vertido sobre el escenario principal del Festival BUE.

Siempre que pienso en Iggy me pregunto si sería posible que Michael Phelps continuara ganando medallas de oro dentro de cincuenta años o si hubiera sido posible que Michael Schumacher, de no haber tenido el trágico accidente, siguiera conquistando campeonatos de Fórmula Uno.

Sin embargo él, Iggy, desde su aparición con los Stooges a mediados de los 60 hasta la actualidad, no solo ha mantenido vigencia en los principales escenarios y en los primeros puestos de los charts del mundo, sino que ha sido el constante revolucionario y creador de géneros provenientes del rock & roll, creando movimientos musicales como el art rock, el proto punk, el post-punk, la new wave, el punk rock, el hard rock, el heavy metal. Pesa sobre sus espaldas ser el inspirador de infinidad de bandas que han seguido su estilo, que lo han reverenciado como su único y carismático líder.

Hoy, en sus casi setenta años de vida, es el abanderado del fuego eterno y salvaje del rock.

Luego de diez años de ausencia en nuestro país, en aquella recordada visita con los Stooges, regresa para formar parte del primer día del Festival BUE y como parte de la gira en la que presenta un excelente nuevo álbum, Post Pop Depression (2016), reverdeciendo nuevamente su corona. Este trabajo posee la intervención del productor Josh Homme, quien fuera el líder de Queens of the Stone Age, ha sabido extraer lo mejor del perfil art rock del ícono del punk y unirlo musicalmente a su compañero de banda Dean Fertita y a Matt Helders de Arctic Monkeys, haciendo de este encuentro una propuesta tan potente como inesperada. Este resultado hace que nuevamente me pueda sentir halagado por haber nacido en contemporaneidad y disfrutar del éxtasis que provoca su visita tan esperada.