Vivian Maier: The Street Photographer

Por: Cecilia Navesnik

Un legado de imágenes increíbles y el personaje del que todos hablan. El boom fotográfico del momento los espera en FoLa. No se lo pierdan.

Corrían los años 50 en Chicago. Vivian Maier sacaba fotos en sus ratos libres. Cuando podía, revelaba y copiaba sus imágenes. Nunca mostraba su trabajo. De casualidad, al comprar unas cajas en una subasta en 2007, alguien descubre esas fotos, junto con negativos y rollos sin revelar. Como el material era bueno, se contacta con otras personas que habían comprado cajas similares, recopila todo lo que encuentra, investiga a la fotógrafa en cuestión. Nunca logra dar con ella, y en 2009 se topa con un aviso fúnebre. Vivian Maier acababa de morir. Entonces decide postear algunas imágenes en Internet. La reacción es inmediata; la gente ama las fotos.

Partiendo de datos sueltos, de direcciones en cartas sin abrir, descubre el lado B de la historia: Vivian Maier era niñera. Había sido la niñera de varias familias y vivido con ellas en casas siempre diferentes. Cinco décadas de imágenes (más de 100.000,muchísimas aún latentes) la habían acompañado en ese recorrido y recién ahora salían a la luz.

Desde ese momento, John Maloof -el muchacho de la subasta- es el guardián de una colección que pasea por Internet y se exhibe alrededor del mundo. La niñera-artista, la mujer que encontró el trabajo perfecto para desarrollar su pasión en las sombras, la dama esquiva y misteriosa, se convierte en el boom fotográfico del que todos hablan. Y acá el dato clave: sus fotos son excelentes.

Esta muestra ofrece una porción -en blanco y negro- de esa vasta producción inédita. Hay paisajes urbanos, auto-retratos y muchos niños, pero sobre todo hay retratos callejeros. A Vivian le interesaban las personas, sus gestos, sus particularidades. Y las miraba con humor, con curiosidad, con empatía. Todo combinado con un gran manejo técnico, reflejos y hermosos contraluces. Era una gran creadora de atmósferas.

La historia de Vivian Maier amplifica el interés de sus fotos e invita a reflexionar acerca de un fenómeno artístico que sólo parece posible hoy: el de la obra oculta de una fotógrafa encubierta que se cruza con el personaje ideal para hacerle justicia poética, todo en la era de las redes sociales y la comunicación global. Resulta interesante pensar en la celebridad póstuma de alguien que -en principio- nunca buscó trascender.