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Estrenos argentinos

Madraza

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La opera prima de Hernán Aguilar, distribuida por Buena Vista International, tendrá su estreno en fecha patria.

Sorpresa. Es lo primero que produce Madraza, comedia negra que disfraza una historia de amor. Parece un cuento, pero tiene escenas dignas del mejor Tarantino, con sangre y FX.

¿De qué se trata? Cuenta la vida de Matilde, una ama de casa gorda y vencida, que tiene un marido tan opaco como ella. La película empieza cuando se lo matan a la salida de la casa, en un barrio marginal.

La cosa, que pintaba para drama costumbrista, vira totalmente cuando Matilde decide hacerse cargo de su figura, de su economía y de la Venganza, así, con mayúsculas.

Madraza cuenta el cambio en la vida de una mujer, la búsqueda por encontrar una forma de ser feliz. Pero lo cuenta con gracia, con situaciones de mucho humor, incursionando en lo bizarro sin culpas y extrayendo un contenido nuevo, inusual en nuestro cine.

La protagonista de la película es Loren Acuña, actriz paraguaya que logra un trabajo magnífico. Vemos una transformación física y mental en su personaje. Exhala una sensualidad y una belleza así, con ese cuerpo diferente, tan extrañado de nuestras pantallas pero tan cotidiano en la vida real.

El coprotagonista es Gustavo Garzón. Encarna a un detective solitario, que gusta de recitar en voz alta poemas de Neruda. Un poco por soledad y otro por trabajo termina involucrándose con Matilde. Garzón está estupendo, consigue una de sus mejores participaciones en cine.  Los diálogos entre los dos son para alquilar balcones. Dan risa, ternura y también, en parte por la química que corre entre los dos, encienden de una manera extraña.

También son parte del elenco el gran Osmar Núñez, Sofía Gala Castiglione (muy fresca en su papel de niña-medio-fisura), Mónica Ayos y la hermosa Chunchuna Villafañe.

Madraza es una peli pochoclera, si se quiere. Divertida, tiene un ritmo impresionante, una edición despojada y correcta y un guión, que si bien es súper clásico, tiene su vueltita de tuerca. La música merece un capítulo aparte: mezcla de ritmos folklóricos y reggaetón, acompaña muy bien las imágenes coloridas del barrio de Matilde, sus entornos desangelados.

Es ideal para enamorarse un poco, para ver algo distinto. El director se compromete con la realidad horrible que atraviesa el país, pero desde un costado satírico que es muy refrescante.

Y lo que más me gustó: es una película con una heroína mujer, una que aprende a gustar de ella misma, de su cuerpo, que acepta que es un ser de sangre caliente, con garra y deseo.

Recomendada.

 

Estreno: 25 de mayo.