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Folklore

Suna Rocha

Por: Lucas Petersen

La cantante presenta un espectáculo gratuito dedicado nada menos que a las obras de Yupanqui y de Raúl Carnota.  

Eran jóvenes, eran pareja, estaban destinados a algo más grande que lo que les deparaba el circuito de peñas de Buenos Aires. Era 1983 y, con el espaldarazo de Mercedes Sosa, entraron a un estudio y registraron uno de los discos más importantes del folklore del último cuarto del siglo XX, titulado simplemente Suna Rocha / Raúl Carnota.

El disco y el dúo fueron un sacudón. Descarnados y elegantes, hondos y aguerridos, dolorosos y festivos, mostraban lo que se volvería constante en sus respectivas carreras, un difícil equilibrio entre innovación y conocimiento de las raíces, sabor de tierra en la boca.

Carnota murió en 2014, cuando ya nadie ponía en duda que había generado, sin mucha alharaca, un verdadero quiebre en la composición folklórica en la Argentina. El año pasado, Rocha decidió volver a su legado y registró el sentido Suna interpreta a Raúl, relectura madura que volvió a contar, como en aquel lejano 1983, con el piano de Eduardo Spinassi.

Quizás no casualmente el 25 de mayo, la cantante cordobesa volverá a festejar la memoria artística de Carnota en un concierto que también hará pie desde lo compositivo en otro imprescindible (¿el más imprescindible de todos?), Atahualpa Yupanqui.

La relación de Rocha con Yupanqui no tiene un disco monográfico, pero sí muchas versiones de algunos de sus mayores clásicos, como Viene clareando, La pobrecita, Chacarera de las piedras, La arribeña, Te dicen poeta o Guitarra dímelo tú. Versiones que, se intuye, no hubieran disgustado al siempre difícil Yupanqui. Rocha nunca domesticó su canto y su aspereza le da un poder de develamiento de esas obras que es muy difícil lograr desde la pulcritud.

Al cierre de esta edición, no se imaginaba una excusa valedera para no pasar allí el feriado.

 

Usina del Arte.

Caffarena 1. Jueves 25, a las 17. Entrada gratuita (se entregan dos por persona desde dos horas antes).