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Fado

Almalusa

Por: Sabina Pérez

Con una impronta muy personal en sus apariciones, la agrupación más argentina del fado se presenta en Vinilo.

 

Hay mucha gente que afirma que la verdadera patria es la infancia. Porque en ella se imprimen gustos, sabores, canciones, querencias.

Este parece ser el caso de María Laura Rojas y Dulio Omar Moreno. Los dos son cantantes, los dos son argentinos, pero los dos tienen raíces portuguesas y crecieron acunados por el fado, esa nostálgica música de la península.

El amor por los sones poéticos, desgarradores, lo llevan en la sangre. Puede verse a simple vista en cada interpretación de Almalusa, el grupo que conforman desde el 2012: lo suyo es la pasión, la intensidad, el clamor de un ritmo que festejan con la fuerza de sus ancestros.

En Casa de fados, su nuevo espectáculo, los acompañan Juan Pablo Isaía en guitarra portuguesa, Luis Cativa Tolosa en guitarra clásica y Martín Pantuso en contrabajo.

La música que invitan a compartir es de por sí un poderoso motivo para verlos, pero Almalusa tiene un plus: cada vez que tocan intervienen el escenario para que se parezca a las antiguas faderías que pueden poblar cualquier esquina de Lisboa.

No hay focos artificiales: velas, candelas, le imprimen una dorada luz de fábula a las canciones de amores contrariados. Los instrumentos no están cableados ni amplificados y se canta sin micrófonos.

Lo que se ve y se escucha es impactante. La manera de abordar estas canciones resignifica la riqueza del género, profundo y misterioso como el mar.

Algunos dicen que el fado tiene ascendencia en los sones que los marineros cantaban en las tabernas. Otro dicen que está influido por siete siglos de vivencias árabes, de románticos advenedizos que vivían en la colina del castillo de San Jorge.

Para mí el fado también tiene un pie en la cultura africana, en sus letras de desarraigo y su forma de cantar con ayes ritmados.

Los portugueses no son tristes, son intensos. El fado se parece al tango en la exposición de amores desventurados, pero hay ludismo, cierto espíritu juguetón entre tanto lamento.

Almalusa tiene el pulso exacto de estas melodías. Los recomendamos con calor. A los clásicos de siempre, María Laura y Dulio incorporarán composiciones y ritmos de otras músicas portuguesas.

 

Café Vinilo

Café Vinilo. Gorriti 3780. Tel: 4866- 6510. Domingo 18 a las 21.