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Bodegón

La Taberna de Roberto

Por: Pablo Bernard

Desde hace muchas décadas este bodegón alimenta familias que se reúnen a festejar el encuentro dominical, es uno de los tradicionales porteños que mantiene intacto el espíritu de quienes lo fundaron.

Para entender cómo es el verdadero bodegón, es necesario conocer los más tradicionales. En ese rubro Lo de Roberto, como es más conocido en el barrio de Parque Patricios, Boedo y aledaños, es un verdadero baluarte en el tema.

Basta con encontrar un domingo en el que se desee agasajar a la cocinera con un día sin trabajo, se sube la familia al auto y se la lleva derecho hasta la esquina de Inclán y Castro Barros, allí donde el suburbio pinta los domingos más soleados, allí donde la tranquilidad sigue con horario corrido.

Es un lugar donde siempre hay estacionamiento, una gran esquina en la que se debe esperar mesa en caso que no se reserve al 4912-2012, pero los amables mozos le hacen rápido el trámite. Es el típico bodegón familiar donde la carta es extensa como testamento de terrateniente, hay de todo y todo es bueno, allí nada llega a ponerse viejo, la demanda hace que todo sea fresco.

Si hablamos de especialidades, aconsejo la parrilla, las pastas y los pescados; en lo que porciones se refiere, siguen manteniendo la abundancia que se les daba a los obreros e inmigrantes que le dieron su fama, aquellos que necesitaban un buen plato de comida para mantenerse fuertes. Se suelen ver milanesas que desbordan de la fuente. Acostumbro sentarme y encargar unas rabas mientras decidimos qué pedir. Son mi perdición, al igual que la variedad de salsas que tienen. Otro dato es que tiene una bodega armada por marcas conocidas, tradicionales y una gran cantidad de vinos de bodegas desconocidas que tienen gran calidad y buen precio que sólo conocen los mozos, personas más que confiables, allí todo es buen humor, atención y otras características que sirven para hacerse adepto a La Taberna de Roberto. Es uno de esos sitios que tiene nuestra ciudad que se mantiene intacto y sin intenciones de cambiar por el devenir de la modernidad, que se va comiendo los templos sagrados.

La Taberna de Roberto

Inclán, esquina Castro Barros. Tel: 4912-2012.