Sebastián Tabany

Por: Ramiro Argüello

La seducción de un buen juego de manos sumada a las ganas de contar una historia. Ilusión y asombro en estado puro.

 

El mago vienés de mediados del 1800 Johann Nepomuk Hofzinser, es considerado uno de los precursores del ilusionismo con cartas. Poco se sabe de su vida y sus manuscritos han quedado dispersos, siendo recopilados en un libro de 1910 por un Ottokar Fischer, quien nunca conoció a Hofzinser. El primer volumen de sus trucos se denomina Kartenkünste (Las artes de las cartas) y si bien actualmente se ha probado que no todos los trucos ahí eran de Hofzinser, y su biografía y algunos sucesos de su vida presentaban algunas gruesas falencias, el libro quedó como uno de los mejores exponentes de magia con cartas de la historia. Sebastián Tabany, director de cine, guionista y periodista, ha sido mago por más de veinte años, presentándose en Argentina y en varios lugares del mundo, como en el famoso Magic Castle de Los Angeles, del cual es miembro.

En su show homenaje a Hofzinser, Tabany propone las cartas como principal elemento pero desde donde se cuentan historias y relatos literarios tal como una versión con naipes inspirada en un cuento corto de W. Somerset Maugham, demostraciones de tahúres en la mesa de juego, o se usan los naipes como metáforas de sensaciones y sentimientos.

Al fin y al cabo, la cartas son nada más que instrumentos, como pueden ser la guitarra, el piano o la voz. El resto, depende del ejecutante y el repertorio y el tono y tema que se le quiera dar a la interpretación.

La magia de cerca, de la cual la cartomagia es una de sus más fructíferos exponentes, transcurre en los confines de una mesa. No hay elementos externos ni distracciones como humo, asistentes, aparatos o luces de colores. De todas las ramas de la magia, es quizás la más difícil, porque no requiere de artificios para deslumbrar sino de la capacidad del mago de atraer la atención con unos pocos instrumentos, con el público a escasos centímetros de distancia. En Argentina la magia de cerca ha crecido mucho en los últimos años gracias a la influencia de la escuela española (una de las más famosas en materia de cartas con Juan Tamariz a la cabeza) y ha ido ganando espacio y respeto para un público más riguroso y sagaz, lejos de las afectaciones y los sacos de colores que en el imaginario colectivo ha estado persistiendo durante demasiados años. Lamentablemente la magia de cerca no tiene demasiados buenos  lugares en Buenos Aires en donde se n de forma regular los diferentes actos mágicos. Por alguna razón, la magia de cerca, es un espectáculo de nicho y no existe todavía en el público la costumbre de sumarla a un programa nocturno, como pueden ser otras manifestaciones escénicas. 

El más grande mago argentino, René Lavand, no era profeta en su tierra. Reverenciando como una deidad en el exterior, acá no era tan conocido y sus shows no siempre estaban llenos. Es curioso que esta vertiente del ilusionismo sea, a su vez, la que más adeptos tiene dentro de la comunidad mágica. Si bien es caro tener cajas de grandes ilusiones, el close up permite una inventiva y una amplia gama de efectos, ilimitada.