Los tutores

Por: Lucho Gutiérrez

Si tiene hijos en escuelas privadas, quizás se divierta aún más y se sienta identificado. De lo contrario, podrá estar alerta cuando traten de subirle la cuota.

No es una novedad la eficacia de Dani Cuparo cuando de humor se trata, en este caso está asociado con Carlos La Casa y desde el texto, cuentan un desopilante episodio en una escuela privada.

La anécdota está inteligentemente armada desde esta dramaturgia, pero la dirección de Cuparo sube aún más el tono al considerar los diversos talentos actorales y sus especialidades.

En escena, un abanico de grandes figuras con mucho recorrido exitoso.

La capacidad de producir humor y el tempo que maneja Laura Oliva merece una especial atención y reconocimiento, por lo que siempre recomiendo que donde figure esta comediante, sea considerado un espectáculo para visitar. Hablar del talento de un actor con la inmensa trayectoria de Hugo Arana, es siempre difícil al intentar traer nuevos adjetivos y siempre se reduce a una palabra: genial. Mónica Cabrera compone con mucha efectividad el personaje que produce las transformaciones en cada escena, logrando,  en todo momento, espacios para el lucimiento del resto del elenco. Ludovico Di Santo compone un impresentable político, con tal desparpajo que si viviéramos en otro lugar dudaríamos de la veracidad de la composición, excelente trabajo. Paula Kohan  y Dan Breitman acompañan con roles muy cuidados en detalles de composición que les dan gran efectividad.

Con este material humano y alentando mucha libertad de composición, Cuparo compone esta sinfonía de personajes con efectividad, en situaciones claves para lograr un ritmo que nunca decae y sube la apuesta desde el texto en cada escena, logrando el notable deseo en el público de que no termine.