Tanta

Por: Luis Enrique Medina

Llega al microcentro uno de los más destacados chefs, de exultantes porciones y una inmejorable relación precio calidad.

La comida peruana es sin dudas una de las mejores alquimias gastronómicas: cuando es de buena calidad, esa cualidad se multiplica. Esta propuesta es potenciada por una gran atención, porciones muy abundantes, inmejorable calidad y precios muy acomodados.

En la esquina de Paraguay y Esmeralda se erige una escultural torre que puede apreciarse con perspectiva, ya que sus arquitectos dejaron una amplia plazoleta que anfitriona el lugar. Debajo se ha formado un pequeño polo gastronómico, el inmenso local central está ocupado por Tanta, el restaurante peruano del reconocido Gastón Acurio, que desembarca en Buenos Aires.

La ambientación es de una estética superlativa, en el centro del inmenso salón de 800 metros cuadrados reina la selva peruana, con varios tipos de palmeras Raphis, Arecas, Esterlicias, Bambúes y otras que le dan un toque más que particular.

La recepción es encantadora, se percibe el trabajo de la gerencia con el personal, la lider del grupo es Liz, una dulce mujer que supervisa que todo esté perfecto en cada mesa. En la nuestra tuvimos la esmerada atención de Nicolás, quien dio las sujerencias perfectas para disfrutar la mano del chef Allen Mezzoni, que junto a Anthony Vásquez, chef ejecutivo de la cevichería La Mar, han logrado interpretar las recetas de Acurio concibiendo una carta especialmente sabrosa.

La especialidad son los platos criollos peruanos, ofreciendo una fusión global, con ancestrales recetas que se han ido transmitiendo de generación en generación. Es una propuesta ideada para todos los días, proponiendo comida sencilla pero con mucho sabor.

Hay una barra especial para disfrutar las mejores combinaciones en tragos perfectos, seguida por otra barra de entradas con montaditos, sanguchitos, empanadas y tartas con rellenos exclusivos del Perú.

Entre los Piqueos, hay opciones como; Salchipapa Limeña (papas fritas montadas con chorizo, salchicha, morcilla y huevos rotos), Tanta Wings (alitas glaseadas con sabores de chifa peruano), Jaranita Criolla (papa rellena, anticuchos de corazón o pollo, causa limeña y papa a la huancaína), Croquetas de Tanta rellenas de ají de gallina, o la famosa Papa a la huancaína, entre otras delicias.

Una infinidad de ensaladas frescas como la Bio de hojas verdes, pimientos, zanahoria, remolacha, col, pepino, manzana, champiñón, hierbas y salsa ranch; la Nikkei con pollo crujiente, lechugas, wantán, brotes de soja, pimiento, zanahoria, naranja, pepino, maní y vinagreta Nikkei; la Andina con trucha ahumada, lechugas, palta, palmitos, tomate, cebollas, espárragos verdes, vinagreta de yogurt y Dijon, o la Elegante que posee pollo, rúcula, espinaca, tocino, almendras garrapiñadas, tostado de queso de cabra gratinado y vinagreta balsámica de Dijjón.

Una importante variedad de burgers de gran tamaño son otras de las opciones.

En materia de pastas caseras, están los Ravioles de batata hechos con crema a la salvia y jamón serrano, Ravioles de panceto con salsa de vino tinto y toque de mostaza, Spaghetti mediterráneo con tomates frescos variados, albahaca, ajo y parmesano, o los típicos Tallarines salteados con verduras y pollo jugoso al wok.

La estrella del lugar es el famoso Bife de Anthony el Goloso, 600 gramos de buena carne acompañado con tallarines al pesto limeños y papas a la huancaína, una exageración gastronómica, al igual que el Seco de ternero armado con costilla guisada a fuego lento con cilantro, acompañado con tacu tacu de porotos y salsa criolla limeña.

En materia de postres hay una variedad que son diseñados por Astrid Gutsche, mujer de Acurio y reconocida por su delicada pastelería. 

Asistir con buena compañía y deleitarse con estos platos en una mesa bien regada, es ser un elegido del cielo.