Dante Spinetta

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El talentoso artista presenta su disco Puñal en un espectáculo íntimo.

Una de las experiencias que sacuden los cimientos de las personas es el fin del amor. Y cuando ese desamparo pinta en medio de la ciudad, la tristeza se contamina con la paranoia, la melancolía y las ganas de estar solo o sola sin poderlo lograr del todo.

Puñal, el hermoso disco de Dante Spinetta, habla de todo eso. Ofrece el espacio para el duelo del desamor. Es un remanso profundo para hacer doce noches de vigilia —doce canciones— para despedir un sentimiento fuerte que se llevó la vida.

"Este álbum lo empecé a componer emocionalmente partido. Transitando la soledad y al mismo tiempo el desenfreno de la ciudad de Buenos Aires.

Arranqué imaginando un disco orquestal y la idea se fue expandiendo, convirtiéndose en un álbum donde convive el mundo urbano, con la mística del rock argentino y el RnB. Mi disco más íntimo y vulnerable" dijo su autor.

Dante no solo compuso las letras, sino que también produjo el disco, grabó casi todos los instrumentos y logró imprimirle un vuelo poético al conjunto.

Porque lo suyo, especialmente en canciones como Soltar, es poesía que resuelve el fin de la pasión de un tajo.

El disco va certero al corazón. Dante pela una voz más afinada que nunca, luciendo su habilidad como guitarrista (hay bellísimos pases de bossa, arpegios casi de flamenco, reminiscencias de Spinetta padre en temas como Así será) y su riqueza como arreglador.

Cada tema tiene una sensibilidad tan masculina y sin embargo tan tierna, que despierta las emociones más recónditas.

Puñal logró dos nominaciones a los Premios Gardel: Mejor álbum rock o pop alternativo y Canción del año por Mi vida.

En vivo, la emoción aumenta. El carisma del Dante aporta el equilibrio justo. Sin mucho más que decir, lo recomendamos calurosamente. Es una buena fórmula para sanear corazones rotos, a través de la música y de la sal.