Lunas cautivas

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Bello documental que trata de explicar la libertad que puede provocar un puñado de palabras bien puestas.

La Unidad penitenciaria 31 queda en Ezeiza. Es una cárcel para mujeres.

Las reclusas cumplen su condena en una rutina interminable, hasta que en el penal irrumpe la poesía.

Una tallerista les ofrece a las presas un taller de poemas. Viene del Centro Cultural Yonofui. Lunas cautivas es la historia de algunas mujeres que participaron del curso. De cómo buscaron poner en palabras los sentimientos que  las acometieron al delinquir, al ser separadas de sus familias, al aprender a convivir sin intimidad. En otro nivel, más esencial, menos episódico, es un buceo profundo que devela otros colores en el interior de estas personas, una búsqueda de la libertad verdadera, un recorrido de emoción que no tiene otro mapa que el de las palabras.

Marcia Paradiso, la directora -también guionista e investigadora del proyecto- logra un ambiente de comodidad y apertura de sus retratadas.

Con increíble delicadeza –respeto es la palabra- desnuda sus pensamientos más secretos y registra cómo sus mundos se llenan de luz al poseer esa nueva herramienta, la escritura, como una forma de comunicarse y de sanear sus vidas. Por eso, el documental es edificante y verdadero.

Se trata de una película sencilla pero rotunda, que construye dignidades.