A la izquierda del roble

Por: Oscar Damico

Por encima de todo, prevalece la contundencia de la verdad, ese sentido tan adiestrado del autor, de ubicar la palabra justa en el lugar indicado.

No se puede andar por la vida sin haber leído a Borges, a Cervantes, a Shakespeare o a tantos otros autores que nutren de filosofía, ética, responsabilidad, moral, sabiduría y tantos valores que han legado en sus obras. No se puede desconocer al uruguayo Mario Benedetti (Paso de los Toros, 14 de septiembre de 1920 - Montevideo, 17 de mayo de 2009), escritor, poeta, dramaturgo y periodista integrante de la generación del 45 que tanto bien le ha hecho a nuestras letras. Por eso creo que este espectáculo es un material para adolescentes y jóvenes. Sobre toda elección de esparcimiento o diversión, es un encuentro con la sensibilidad de uno de los autores rioplatenses más importantes de la historia, un aporte invaluable a las generaciones venideras. Aporta su cosmovisión de lo humano por sobre todo lo que el propio hombre ha creado, su legado fundamentalista que indica la responsabilidad de la formación intelectual para tener la libertad como primordial objetivo en la existencia. El indiscutible homenaje en su obra al amor como eje de la felicidad. Un hombre dedicado a sembrar el humanismo en su época a través del inmenso material que ha creado.

El poema que da nombre al espectáculo es una metáfora en la que nos invita a sentirnos parte de la creación, de aislarnos de la cultura artificial que hemos creado y de volver a sentirnos parte del sistema general de la vida.

A la izquierda del roble es un homenaje, una invitación a disfrutarlo por medio de textos, poemas, canciones e imágenes que traen a escena al inmenso Mario Benedetti, dirigido por Daniel Marcove, que pone en palabras su obra por la boca que bien dice, de María Fiorentino y Pacho O Donnell, a escuchar su poesía cantada por Marcelo Balcells con la ejecución musical en escena de Sergio Vainikoff. Una cita con el poder de la poesía.