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Estreno internacional

Titanes del Pacífico

Por: Sebastián Tabany

Guillermo del Toro rinde un homenaje al cine japonés de los sesenta contando la historia de robots contra monstruos gigantes.

El realizador mexicano, cuya ópera prima fuera Cronos con Federico Luppi hace veinte años, siempre fue un amante del género de la fantasía. Sus películas así lo demuestran, ya sea trabajando para Hollywood como con Hellboy y realizando sus proyectos europeos como El espinazo del diablo y El laberinto del fauno.

Titanes del Pacífico originariamente era un proyecto que del Toro iba a producir mientras él se abocaba a films como El hobbit y la adaptación a la pantalla grande de la novela de H.P. Lovecraft, Las montañas de la locura. Cuando por diversos motivos ambas películas se cayeron, del Toro tomó las riendas de Titanes y se dispuso a dirigirla. Quizás por eso, al no ser un proyecto propio y donde él originariamente sería productor es que el film no tiene el sello del realizador 100%. Esto intrínsecamente no es malo, pero Titanes, al ser una producción de casi doscientos millones de dólares de Hollywood, no deja demasiados resquicios para que un autor tan personal como el mexicano imprima su sello a lo largo de toda la película.

Aún así y en esencia, Titanes es un gran homenaje al género kaiju eiga (o cine de monstruos gigantes, tal su traducción) surgido en Japón en la década del cincuenta y de la cual Godzillla es quizás la película más conocida. El kaiju eiga generalmente mostraba un monstruo gigantesco, producto de la radiación nuclear, que destruía ciudades. Después vinieron otros como Gamera, Mothra y la serie de televisión Ultraman, un robot gigantesco.

Desde el año 2020 que monstruos el tamaño de edificios han aparecido desde una grieta en el fondo del Océano Pacífico. El mundo está prácticamente destruido y los países se unieron para crear robots de igual tamaño, llamados Jaeger, para combatirlos. Eso es la premisa de Titanes que cuenta la historia de los últimos Jaeger cuando la invasión de los Kaiju (como los llaman a los monstruos) se hace cada vez más regular en el tiempo y aumentan la cantidad. Situada en una base militar en Hong Kong, los Jaeger que quedan son un viejo norteamericano, uno ruso y un chino. Tomando la referencia de Mazinger como inspiración en robots tripulados, del Toro le agregó el adicional de que son piloteados telepáticamente por dos navegantes que imitan los movimientos de la máquina dentro de la cabina. Otro toque del Toro es el humor cuasi infantil en los dos científicos de la base (interpretados por Charlie Day y Burn Gorman) mientras que el camino del héroe lo interpreta Charlie Hunnam, el protagonista de la serie Sons of Anarchy. Como en todo film de del Toro está Ron Perlman (y lo secunda el español Santiago Segura) como un vendedor de órganos de Kaiju en el mercado negro.

Las escenas monumentales de pelea entre los Jaeger y los Kaiju, compuestas digitalmente por ILM, son muy poderosas pero no tanto por la factura técnica sino porque, y del Toro sabe muy bien, un efecto visual no tiene función per se si no es por algo. En las peleas hay avance de la historia y se lucha por lograr un objetivo, no sólo por mostrar la espectacularidad por el hecho de mostrarla. Titanes hubiera sido otro tanque desprovisto de alma, pero es la inmensa de la de del Toro la que le otorga ese sentimiento de inspiración, como cuando éramos niños.

 

Estreno en Buenos Aires: 11 de julio.