RECOMENDADOR DE ARTES Y ESPECTÁCULOS

Estrenos internacionales

Perdida

Por: Sebastián Tabany

David Fincher explora la explotación de los medios y los secretos de una pareja en un soberbio thriller.

Lev Kuleshov fue un cineasta ruso que alrededor de 1910 filmó una serie de cortos con una premisa en el montaje: que la intención de la historia es una construcción creada por el espectador y no siempre propuesta por la película en sí. Kuleshov filmó la cara de un actor con gesto neutro y lo editó con imágenes como un plato de comida o un funeral. Después le preguntó al público que describieran la emoción del actor y de acuerdo a la imagen pegada, le contestaron que se lo veía con hambre o triste. Este experimento, denominado El Efecto Kuleshov es el primer fotograma de la nueva película de David Fincher, Perdida, basada en la novela de la ex periodista Gillian Flynn. Lo que se ve primero es la cabeza de Amy (Rosamund Pike), la mano de Ben Affleck que la acaricia y ella que sube la mirada en un gesto neutro. Se escucha la voz en off de Affleck que se pregunta: ¿Conocemos de verdad a una pareja? ¿Qué estás pensando?

Affleck es un escritor frustrado que volvió de Nueva York a su pueblito de Missouri para encargarse de su madre enferma. Pike es una es lo que se llama una “trustfund girl”, una chica de padres millonarios que no trabaja y se dedica a explorar sus inquietudes. El día del aniversario de cinco años de casados Amy desaparece de su casa. Hay signos de violencia en el living y un poco de sangre en la cocina y nada más. Affleck, junto a sus padres, comienzan una campaña para encontrarla.

Perdida, más allá del misterio que lleva adelante la narración, es una historia de varias aristas. Es una exploración sobre la explotación de los medios y cómo manipulan y se dejan manipular por el público. Pero es por sobre todo una reflexión sobre cuánto de verdad conocemos a nuestra pareja más allá de todos los años que se puede estar juntos. El contrato en un matrimonio o noviazgo no siempre incluye una revelación de exactamente todos los secretos que llevan las personas consigo. De hecho una pareja es una intersección de intereses comunes, dejando afuera un gran conjunto de otros personales y privados. El film de Fincher, quien junto a su director de fotografía de siempre Jeff Cronenweth baña las escenas con un ligero tono desaturado, es un thriller atmosférico donde los miembros de la pareja protagónica tienen muchos secretos ocultos, algunos triviales y otros, extremadamente importantes. Escrita por la misma autora, la película nos lleva todo el tiempo a sospechar de uno y de otro hasta la revelación de lo que pasó verdaderamente un poco después de la mitad del metraje. Por eso, no es estrictamente un “¿Quién es el asesino?” sino que Perdida va mucho más allá. Se trata de lo que Affleck dice al comienzo, no tanto sobre quién fue el culpable. El fotograma final es el mismo del principio (¿Lo es?) con el gesto neutro de Rosamund Pike. Pero ya pasaron dos horas y media y gracias a Kuleshov, nosotros conejillos de indias, vemos en el rostro de la mujer las diferentes emociones e intenciones que nos fueron mostrando a lo largo del film aunque en realidad ella no ponga cara de nada.

 

 

 

 

Estreno en Buenos Aires: 2 de octubre.