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Estrenos argentinos

El karma de Carmen

Por: María Guadalupe Cuenca

Llega a los cines una refrescante historia que intenta contar sin dramas la vida de una chica en búsqueda del amor.

Es rara una comedia romántica argentina. Más rara todavía, que la protagonice una mujer. Pero el colmo de lo extraño es que esa mujer protagonista no sea la chica ideal, aquella que se deja amar y canta con los pajaritos igual que la princesa de Encantada.

El Karma de Carmen es una película en donde su heroína intenta construirse una historia de amor. Y no lo hace desde la ilusión, ni desde el atractivo personal: Carmen se siente pasada de edad, decepcionada de los hombres y temerosa de emprender una nueva relación. Se queja de todo, vive con cara de traste y come un cuarto de helado por día, en un verano que parece eterno.

Su mejor amiga tiene un novio y con él se lleva a los ponchazos, y aunque Carmen se ría de sus idas y vueltas, en el fondo extraña las épocas en donde las dos estaban solteras, con todo el futuro por delante.

Su hermano está casado y vive en un country. Ella pasa Navidad con sus padres, que sueñan con verla con un buen hombre, pero Carmen es como un atrapa sueños, pero de tipos que no valen para nada.

De estos materiales se sirve el director Rodolfo Durán para contar un romance esbozado más en el pensamiento que en la acción. Ojo, es una película de peripecias más que de situación, divertida y para nada introspectiva. Pero el amor, si existe, pasa por un deseo interior de la protagonista, esa Carmen que a pesar de su despecho tiene un cálido GPS interior que busca a su otra mitad.

Malena Solda, una actriz realmente formidable, sorprende aquí con una criatura totalmente opuesta a ella, llena de tics y manías de solterona incipiente. Su trabajo convence y termina emocionando, especialmente en la secuencia rodada en Mar del Plata. Su mejor amiga está interpretada por Laura Azcurra, que la acompaña eficazmente. Los padres son Manuel Callau y Beatriz Dellacasa, y si bien aparecen un momento en la pantalla, les alcanza claramente para demostrar sus cualidades actorales.

El eterno masculino –clásico de la comedia romántica- lo compone aquí Sergio Surraco: también es atípico para el cine y muy de la vida real. Surraco hace reír, exaspera un poco y lentamente se va construyendo en objeto de deseo, más a fuerza de pasos de comedia que a sex appeal.

El elenco se completa con Daniel Valenzuela como un vendedor de CDs truchos, Gustavo Pardi, las increíbles María Rosa Fugazot y Ana María Castel y una suculenta y breve aparición de Osqui Guzmán, componiendo a un enfermero.

Sin haber descubierto un subgénero, sin grandes revoluciones de guión (correctamente escrito por María Meira), la película fluye, está bien filmada, entretiene mucho y arranca muchas sonrisas. Es más para ver con amigas que para llevar a la pareja, y menos en una primera cita. Pero la recomendamos porque ante todo, es movida y agridulce, como la vida.

 

 

 

Estreno en Buenos Aires: 9 de octubre.