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Los Notables

Por: Osvaldo Mansilla

En medio de las celebraciones de fin de año, es necesario tener criterio o un buen dato para elegir dónde ir a pasar un buen momento, ya sea con los amigos del trabajo, el grupo de pertenencia o con quien uno desee festejar lo que haya logrado hacer con el año que se va.

Hay varios lugares donde pasar buenos momentos, rodeados de la calidez de todo aquello que identifica nuestra porteñidad. En este sentido hay una cadena de bares que no tienen una iconografía que los identifique, pero si se los visita, se sabrá que hay una conexión; son sitios de pertenencia y tradición local.

 

El Federal: fundado en 1864 y ubicado en San Telmo, en la esquina de Perú y Carlos Calvo.

 

El Margot: fundado en 1904 y ubicado en Boedo, en la esquina de Boedo y San Ignacio.

 

Bar de Cao: fundado en 1915 y ubicado en San Cristóbal, en la esquina de Independencia y Matheu.

 

Celta Bar: Fundado en 1941 y ubicado en San Nicolás, en la esquina de Sarmiento y Rodríguez Peña.

 

Bar La Poesía: fundado en 1982 y ubicado en San Telmo, en la esquina de Bolívar y Chile.

 

Cada uno de estos lugares forma parte de la historia de esta ciudad. Dispersos en distintos barrios, han ofrecido un sitio de reunión desde tiempos remotos. En algunos casos se habían cerrado o entrado en el olvido. Pero los dueños de Los Notables, que son una especie de arqueólogos, han realizado una minuciosa investigación acerca de cómo fue cada uno en su época de esplendor, para darle su apariencia original, realizando una puesta en valor de cada una de estas esquinas, restituyendo el brillo y la función social que siempre han tenido.

Todos comparten una carta típicamente porteña: abundan las picadas con combinaciones extravagantes y tradicionales,  una inmensa variedad de ricos sándwiches, tragos muy variados, cervezas de las tiradas y de la más amplia selección de marcas, sidras frescas, grandes jaras de clericó...

Al mediodía o en la cena, la propuesta abunda en platos tradicionales y bien servidos, con etiquetas de vinos de bodegas boutique o de las más emblemáticas del mercado.

Pero la innovación estrella es el vermut con los tradicionales doce ingredientes a la antigua usanza, una costumbre que se había perdido y que se intenta recuperar con otras sanas tradiciones, como esta de disfrutar gratos momentos de reuniones en nuestros bares de pertenencia.

Un gran cuidado en la selección y preparación de su personal, hace de cada sitio un anfitrión que brinda lo mejor al cliente. Cada uno de estos lugares califica como una excelente recomendación para las despedidas de este año en grupos. Además de sus amplios salones, en distintos barrios hay simpáticos mozos, encargados y cocineros, esperando para agasajar en esta época tan especial, para disfrutar de la partida del año. Agende.