La fragilidad del cielo

Por: Yvonne Dover

El amor y sus imposibilidades siempre seducen: en este caso se suma mucho talento y arte por parte del equipo que lo realiza. Altamente aconsejable.

Desde sus inicios el Teatro Del Pueblo ha sido un amable lugar donde asistir a ver buenos espectáculos. Además de la excelente programación que año a año propone, siempre hay una bella sonrisa en quienes reciben al público, por lo que es doblemente gratificante concurrir.

En la noche de los sábados La fragilidad del cielo es una propuesta muy recomendable, un cautivante melodrama pletórico de aciertos.

Anahí Ribeiro, su autora y directora, posee una especial calidad para componer historias de amores y desencuentros exquisitos. Hace un par de temporadas mostró Nomeolvides en la niebla en el Teatro del Sur: cautivó por la complejidad de los personajes y sus vínculos, inmersos en la cercenadora década del 40.

En esta oportunidad regresa con una mayor experiencia, que se nota en la excentricidad del relato y la pureza visual. Sitúa la historia de amor en un imaginario reinado con duques y marquesas que le brinda un especial clima. Convoca un interesante elenco encabezado por la actriz y cantante Heidi Fauth, quien fuera aclamada por la prensa en Escrito en el barro, El ahorcado o aquella genialidad, La sierva, bajo la dirección de Andrés Bazzalo. En La fragilidad del cielo florece en su rol transformador, dialogando con el personaje que compone el actor y músico Camilo Parodi y el vínculo que en ellos se produce, ambos acompañados por Silvina Katz.

Es de destacar la belleza de las escenas, compuestas por un cuidado trabajo de vestuario, pequeños y simples elementos iluminados por Akira Patiño que cautivan, generan un sórdido y lúgubre clima para permanecer en el hermoso relato.

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