El equilibrista

Por: Rita Hostt

Un espectáculo que hace reír, emociona y enternece tanto a nuestro niño interior como a nuestro adulto preocupado.​

 

Una obra con justificada popularidad. Mauricio Dayub realiza una actuación cautivante dando vida a distintos personajes en un viaje lleno de poesía y metáforas. Nos cuenta la historia de su familia, y por consecuencia, de sí mismo. En el transcurrir de la obra, van quedando sobre el escenario pequeños recuerdos; demostrando que el pasado no desaparece, se mantiene vivo y nos forma al igual que nuestra historia familiar.
Para realizar la dramaturgia junto con Dayub, Patricio Abadi y Mariano Saba conformaron un equipo sensible e inteligente que logra volcar en los monólogos las características de la familia argentina descendiente de inmigrantes.
Con su dirección, César Brie está presente en cada detalle y junto a la música de su sobrino, Pablo Brie, no quedan prisioneras risas ni lágrimas en la platea, que entra hechizada a un universo observado con la pureza de los ojos de un niño.
En el teatro de Brie, utilería y escenografía nunca son decorativas o funcionales, cada elemento conforma un signo teatral con la capacidad de transformarse constantemente, potenciando el valor poético del actor. El diseño de escenografía y vestuario de Gabriella Gerdelics sintonizan claramente con la propuesta del director; logran una estética circense y le dan a la puesta en escena el sentido simbólico presente en el hermoso texto.
Un encuentro lúdico entre actor y público, donde cada personaje posee una composición que impacta en el corazón, trae recuerdos y nos anima a mirar más de cerca nuestra propia historia y la de quiénes nos rodean. Vaya con alguien para abrazar a la salida.