Algo de Ricardo

Por: Juan José Bertolaga

Disfrutable hasta el hartazgo, irrumpe en la apertura de la cartelera local, el nuevo espectáculo de Osmar Núñez, una perla para agendar

 

Por encima de la calidad profesional de Osmar, aparece, en este trabajo con dirección de Mónica Benavidez y la autoría del uruguayo Gabriel Calderón, el humor exquisito y la libertad con que él construye esta situación, que involucra y denuncia distintas facetas de su profesión.

En un espacio escénico que posee la firma del escenógrafo Eduardo Spindola, un actor es convocado para interpretar al supremo, al codiciado rol de Ricardo III, protagonista del drama de William Shakespeare.

Con su sola presencia, Nuñez trae a escena director y elenco, encargado de llevar adelante la puesta. Con algunos elementos, entre ellos justos trapos de la vestuarista Nora Cervantes, que lo ayudan a componer infinidad de roles en aislados espacios realizados por el diseño de luces de Cristina Lahet, juega y se transforma aprovechando las licencias que le da la presencia de la tramoya teatral.

Un gracioso guiño a la profesión actoral y la lucha denodada por frenar el ego, este protagonista sufre y se desangra por la falta de talento de todo el equipo que lo rodea, que se ha auto convocado para llevar adelante un proyecto teatral alternativo, con el genial texto como eje central.

En este campo fértil para desarrollar la comedia, transita con inmensa soltura un derrotero de situaciones que delatan contradicciones y su lucha por hacer las cosas a su modo, con su talento superior que mantiene en silencio por humildad.

El relato lo lleva por momentos a acariciar el alma de la platea al representar bellísimos textos de los mas diversos personajes del gran autor universal, momentos en los que se reconoce el inmenso nivel artístico, además de la mencionada libertad lúdica. Imperdible